Hoy es el Día de la Tierra y es importante crear conciencia del impacto que cada persona llega a tener en el ambiente de manera directa a lo largo de su vida. En estos momentos de crisis ambiental es prácticamente imposible hacer caso omiso a la situación que vivimos.

La menstruación es, por excelencia, uno de los temas tabú más populares del mundo. Teniendo un sinfín de temas que ocasionan que ser una persona menstruante pueda ser incómodo e incluso difícil. Entre estos temas existe el enorme conflicto de la contaminación ambiental que los productos menstruales desechables ocasionan mes con mes.

Aproximadamente la mitad de la población mundial es del sexo femenino, de la cual, existen alrededor de 800 millones de personas que simultáneamente en un momento determinado tienen su periodo.

Además, más de 43 millones de personas que tienen entre 13 y 55 años menstrúan actualmente y tan solo en un año se desechan más de 3 millones de kilos de basura de productos menstruales, ya que una persona utiliza alrededor de 2,000 kg de toallas en su vida.

Es importante destacar que tanto las toallas sanitarias como los tampones tardan alrededor de 500 años en degradarse del planeta. Ocasionando que los residuos permanezcan casi intactos durante toda la vida de la persona que los desechó y las partículas que se desprenden de éstos rondan en el aire que respiramos todos los días.

Poco a poco ha sido posible crear conciencia sobre el gran problema de basura que se genera a causa de la menstruación y es por eso que las alternativas de productos menstruales son cada vez más visibles. Siendo una opción mucho más sustentable y mucho más amigable con el medio ambiente.

Es tarea de todas las personas menstruantes tomar las riendas de sus decisiones y poner en una balanza las opciones a las que tenemos acceso para poder ser parte del cambio que puede ayudar al planeta y mejorar la situación crítica del clima.